Cine Debate, "Los Oportunistas". Comentario de Enrique Pombo

Los oportunistas

4 hombres y 3 mujeres acuden hacia un ángel caído (demonio) para que éste cumpla sus deseos a cambio de crueles penitencias

Esta obra de Paolo Genovese a mi entender es una nueva versión del Fausto de Goethe.

Casi doscientos cincuenta años después del nacimiento de su autor, Fausto sigue siendo un clásico, pues plantea el problema de los límites y el sentido de la acción humana, y lo hace bajo la parábola del pacto con el diablo. ¿Merece la pena el pacto?, ¿qué lo justifica?, ¿es el diablo una realidad separada del hombre o es nuestro otro yo?, ¿es el obstáculo para nuestros planes o es el que nos provee del empuje para consumarlos?, ¿tiene el Mal realidad propia e independiente como contrapartida del Bien, o no es más que la ausencia o la no plena realización de este? La obra mantiene su vigencia hoy porque, mediante estos interrogantes propios de la condición humana, reaviva la inquietud en una época que pretende sentirse ajena a ellos.

Regresando a Genovese podemos destacar que los cuatro pedidos masculinos tienen de alguna manera una situación honorifica y heroica:

Un padre que desea unirse a su hijo porque lo ama.

Un hijo que por medio de la rebeldía intenta unirse a su padre.

Otro padre que quiere salvar la vida de su hijo con cáncer.

Otro hombre que por el placer de tener sexo con la mujer de un afiche termina en actitud heroica tratando de salvar la vida de una chica.

Mientras los pedidos femeninos son absolutamente triviales.

Una quiere ser hermosa para ser querida.

Otra desea que su esposo la quiere más de lo que ella cree que la quiere.

Y por último una señora mayor desea que su esposo con Alzheimer vuelva a estar sanos para disfrutar sus últimos momentos.

Existe una desvalorización hacia la mujer porque todas piden cosas poco nobles.

Esta supuesta contienda entre el bien y el mal tiene que ver directamente con lo Teológico.

En el Génesis Dios crea a Adán y a Eva.

También crea Luzbel un ángel que desobedece. Dios lo echa y de esta manera crea al mal, al diablo.

Éste convence a Eva y Eva a Adán. Por lo que podemos deducir que hemos perdido el paraíso por culpa de Eva.

Desde el Antiguo Testamento, el  Génesis nos enseña a despreciar a la mujer.

La desigualdad que hoy tratamos de nivelar con nuestros pañuelos verdes existe desde el principio de la Humanidad.

Estoy convencido que la clave al dilema es que el Hombre hizo a Dios a su imagen y semejanza.

Regresando a Genovese este demonio, que es un ángel caído, porque Dios le corto las alas, cae a la tierra y se humaniza, y sufre al cumplir con su obligación, con el mal que causa.

A medida que obtiene logros puede ir cerrando cada uno de los trabajos. Prende el papel que sería la identificación de cada uno de sus clientes.

Es muy evidente, y se sospecha tempranamente, que la moza es quien viene a rescatarlo, que es un ángel de Dios.  Cae en lo absurdo cuando se presenta con el nombre de Ángela.

La fuerza del bien termina absolviendo de pecados a un ángel caído y le dan nuevamente lugar en el reino de los cielos. Ángela firma la agenda (de Dios) y quema la identificación del ángel caído.

Esta es la historia del Fausto. No utilizan una gota de sangre para sellar el acuerdo pero es similar.

Igual para mi gusto es buena. Muy buena. Hay historias que se pueden contar de muchísimas maneras sin perder el encanto.

.EKIRNE.

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